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Día 57 | Proverbios 6:6-8

עָצֵל (atsél) Perezoso.
 
  • Pr 6:6–8: Ve, mira la hormiga, perezoso, observa sus caminos, y sé sabio. La cual sin tener jefe, ni oficial ni señor, prepara en el verano su alimento, y recoge en la cosecha su sustento.
  • En general, la Biblia hace hincapié en la importancia de trabajar duro y ser diligente en nuestras responsabilidades y tareas, y se condena la pereza y la falta de esfuerzo.
  • Es una lástima dijo el filósofo pagano- ‘no aprender moralidad de los animales pequeños? Sin embargo, que “el hombre, creado a imagen de Dios”, y hecho más sabio que la creación (Gn. 1:26, Job 35:11) sea enviado como aquí- a esta insignificante escuela para ser instruido ¡qué prueba es de la degradación de la caída!
  • La hormiga, sin tener un jefe que dirija su trabajo, ni un oficial que la inspeccione, ni un señor que le pida cuentas con todo, recoge con previsión diligente en el verano y almacena su cosecha para la carencia del invierno. Que el perezoso observe sus caminos y sea sabio. Éste duerme sobre su trabajo, y si, momentáneamente es sobresaltado por alguna llamada entusiasta, aun así, suplica dormir un poco más, y cruza las manos para descansar. Un presente cómodo y libre de problemas es todo lo que calcula, todo para lo cual provee. Cuidadosamente mantiene el futuro fuera de su vista, para para ser provisto, como el presente, cuando llegue. Así desperdicia su vida. Charles Bridges.

Parábola de los talentos

  • Mateo 25:14 -30»Porque el reino de los cielos es como un hombre que al emprender un viaje, llamó a sus siervos y les encomendó sus bienes. 15 Y a uno le dio cinco talentos (108 kilos de plata), a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y se fue de viaje. 16 El que había recibido los cinco talentos, enseguida fue y negoció con ellos y ganó otros cinco talentos. 17 Asimismo el que había recibido los dos talentos (43.2 kilos) ganó otros dos. 18 Pero el que había recibido uno, fue y cavó en la tierra y escondió el dinero de su señor.19 »Después de mucho tiempo vino* el señor de aquellos siervos, y arregló* cuentas con ellos. 20 Y llegando el que había recibido los cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: “Señor, usted me entregó cinco talentos; mire, he ganado otros cinco talentos”. 21 Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”. 22 Llegando también el de los dos talentos, dijo: “Señor, usted me entregó dos talentos; mire, he ganado otros dos talentos”. 23 Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”.24 »Pero llegando también el que había recibido un talento (21.6 kilos), dijo: “Señor, yo sabía que usted es un hombre duro, que siega donde no sembró y recoge donde no ha esparcido, 25 y tuve miedo, y fui y escondí su talento en la tierra; mire, aquí tiene lo que es suyo”. 26 Pero su señor le dijo: “Siervo malo y perezoso, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. 27 Debías entonces haber puesto mi dinero en el banco[d], y al llegar yo hubiera recibido mi dinero[e] con intereses. 28 Por tanto, quítenle el talento y dénselo al que tiene los diez talentos (216 kilos de plata)”.29 »Porque a todo el que tiene, más se le dará, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. 30 Y al siervo inútil, échenlo en las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes.
  • No es el talento de la persona lo que importa; lo que importa es cómo lo use. Dios nunca exige de nadie habilidades que no tenga; pero exige que cada persona use a tope las habilidades que posea.
  • La parábola nos dice que sea cual fuere el talento que tengamos, pequeño o grande, debemos ponerlo al servicio de Dios. Barclay, W.
  • Nos dice que la recompensa por un trabajo bien hecho es aún más trabajo para hacer. A los dos siervos que habían cumplido bien no se les dijo que podían sentarse a descansar, sino se les dieron mayores tareas y responsabilidades más grandes en el trabajo de su amo
  • Establece una ley de la vida que es universalmente cierta. Nos dice que al que tiene se le dará más, y el que no tiene perderá hasta lo que tenga.
  • Si una persona tiene un talento y lo ejercita, se hace progresivamente más capaz de usarlo más. Pero si tiene un talento y deja de utilizarlo, inevitablemente lo perderá. Si se nos da bien un juego o un arte, si tenemos algún don para algo, cuanto más lo ejercitemos más capaces seremos de asumir mayores tareas en esa área. Mientras que, si dejamos de usarlo, lo perdemos. Eso es igualmente cierto de jugar al tenis, o tocar el piano, o cantar, o predicar, o tallar madera, o pensar ideas. Es la lección de la vida que la única manera de conservar un don es usarlo en el servicio de Dios y de nuestros semejantes.
 
 
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Lockman Foundation. (1998). Santa Biblia: la Biblia de las Américas: con referencias y notas (electronic ed., Pr 6:6–8). Editorial Fundación, Casa Editorial para La Fundación Bíblica Lockman.
Barclay, W. (2006). Comentario Al Nuevo Testamento (p. 178). Editorial CLIE.

FORMACIÓN
Licenciado en idiomas / Universidad Popular del Cesar- Egresado con tesis de grado y estudiante perteneciente a semillero de investigación Conservación por la vida.

Magíster en Educación en entornos virtuales de aprendizaje/ Universidad Cuauhtémoc, México.

Diplomado en docencia universitaria/ Politécnico de Suramérica.

EXPERIENCIA
11 AÑOS DE EXPERIENCIA DOCENTE

Docente Universidad Popular del Cesar/ 2019
Docente Universidad Udes de Santander/ 2022
Instructor SENA, Servicio Nacional de Aprendizaje/ 2019
Docente – Instructor, Uparsistem/ 2017
Docente capacitador pruebas SABER/ 2011
Docente investigador, publicación en revista académica indexada.
Director Club de Apologistas 2022/ Creador de contenido

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