Día 22 | Proverbios 3:5-6
(Yadá) Reconocer.
- Una pregunta importante es conocer la voluntad de Dios para nuestras vidas (Ojo con la Palabra corazón) Corazón, alma y mente.
- Los teólogos distinguen entre voluntad decretiva de Dios y voluntad permisiva de Dios, otros voluntad revelada y voluntad oculta de Dios.
- «Todos los días Dios está haciendo 10.000 cosas en tu vida y tú estás al tanto de dos o tres de ellas» — John Piper
- Romanos 12: Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo. No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.
- Nos dice Pablo: «Tomad todas las tareas que tenéis que hacer todos los días: el trabajo ordinario de la tienda, la fábrica, los astilleros, la mina… y ofrecédselo a Dios como un acto de culto
- El verdadero culto es ofrecerle a Dios nuestra vida cotidiana
- Anecdota de Martín Lutero y zapatero
- Por eso estoy en contra de la enseñanza de quienes predican que la voluntad de Dios es hacernos ricos, sanarnos aquí en la tierra, que seamos “exitosos”, etc…
- El principal propósito de Dios para nuestras vidas es hacernos como Cristo
- “Éxito no es sinónimo de prosperidad, poder, popularidad o cualquiera de las nociones mundanas de éxito. El éxito verdadero consiste en hacer la voluntad de Dios, cueste lo que cueste” – John MacArthur
- Deuteronomio 29:29. Afirma: «Las cosas secretas pertenecen al Señor nuestro Dios, mas las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta ley».
- El contexto de Deuteronomio es instructivo. Mientras el Señor prepara a Josué para llevar a Israel a la tierra de Canaán después de la muerte de Moisés, le recuerda a Su pueblo la necesidad de Su Palabra para conocer Su voluntad.
- En el corazón de este pasaje en Deuteronomio 29 hay una distinción entre «las cosas secretas» que pertenecen a Dios y «las cosas reveladas» que nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos. Con base en esta distinción, los teólogos a menudo se refieren a la voluntad secreta de Dios y a Su voluntad revelada.
- Los griegos ya sabían eso. Pitágoras les prohibía a sus discípulos pedir para sí mismos porque, decía, no podían saber lo que les convenía a causa de su ignorancia.
- Jenofonte nos cuenta que Sócrates enseñaba a sus discípulos a orar sencillamente por cosas buenas, sin especificarlas, sino dejándole a Dios decidir qué cosas eran buenas para ellos.
- C. H. Dodd lo expresa diciendo que no podemos saber cuáles son nuestras verdaderas necesidades, ni abarcar con nuestras mentes finitas todo el plan de Dios; en última instancia, todo lo que podemos dirigir a Dios es un suspiro inarticulado que el Espíritu Santo Le traducirá por nosotros.
- Padre, en Tus manos encomiendo mi espíritu. Hágase Tu voluntad y no la mía.» – Jesús.
- Fue a Getsemaní en agonía, y salió de allí en victoria y con paz en el alma, porque había hablado con Dios.
¿Dónde estás buscando la voluntad de Dios? ¿En las redes, la cultura, otras personas o en la Palabra de Dios?
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