Día 84 | Proverbios 7:1

אֵמֶר (Emer) Dichos

– Los judíos se tomaban bien en serio los consejos de seguir la Palabra de Dios. Usaban un tefilín o filacteria consiste en dos pequeñas cajas de cuero unidas a correas de cuero. Una de las cajas se coloca sobre el brazo izquierdo (o derecho, si la persona es zurda) para que esté a la altura del corazón, lugar de las emociones, y su correa se envuelve alrededor de dicho brazo dando siete vueltas, acabando en el dedo corazón.

– La otra caja pone sobre la cabeza, encima de la frente, lugar del pensamiento, logrando un equilibrio entre las pasiones y la razón.
– Según la Torá, el libro sagrado del judaísmo, los varones judíos han de colocarse el tefilín diariamente a partir de los trece años, excepto en el Shabat y el resto de festividades judías.

– Cada caja contiene cuatro pasajes de la Torá escritas en pergamino. Estos cuatro fragmentos corresponden al “Shema”, que proclama la unicidad de Dios, al “Vehaia”, que afirma la recompensa de Dios si los preceptos de la Torá son llevados a cabo, al “Kadesh”, que recuerda la salvación del pueblo judío de los egipcios, y de nuevo al “Vehaia”, sobre la obligación de todo judío de informar de esto a sus hijos.

Las 4 expresiones:

Los judíos utilizan cuatro pasajes bíblicos en sus filacterias (en hebreo, tefilín), que son cajas pequeñas de cuero que contienen pergaminos con versículos seleccionados de la Torá. Los versículos que se utilizan son los siguientes:

– Para el tefilín de la cabeza (tefilín shel rosh):

– Éxodo 13:1-10: Este pasaje describe la mitzvá (mandamiento) de santificar al primogénito y la liberación de Egipto.

– Éxodo 13:11-16: Este pasaje contiene la mitzvá de conmemorar la salida de Egipto y la importancia de transmitir la historia a las generaciones futuras.

– Para el tefilín del brazo (tefilín shel yad):

– Deuteronomio 6:4-9: Este pasaje incluye la oración conocida como el Shemá, que declara la unicidad de Dios y la importancia de amarlo con todo el corazón, el alma y la fuerza.

– Deuteronomio 11:13-21: Este pasaje enfatiza la importancia de mantener los mandamientos de Dios en nuestros corazones y enseñarlos a nuestros hijos.

– Los judíos ortodoxos y muchos judíos tradicionales utilizan estos mismos versículos para sus filacterias, y creen que al recitarlos y atarlos a sus cuerpos, están cumpliendo con un mandamiento importante de la Torá.

Cristo y todas estas prácticas:

– La historia del joven rico se encuentra en los Evangelios del Nuevo Testamento, en Mateo 19:16-30, Marcos 10:17-31 y Lucas 18:18-30. En resumen, el joven rico se acercó a Jesús y le preguntó qué debía hacer para heredar la vida eterna. Jesús le dijo que debía obedecer los mandamientos, y el joven le aseguró que había cumplido todos ellos. Entonces Jesús le dijo que si quería ser perfecto, debía vender todas sus posesiones, dar el dinero a los pobres y seguir a Jesús.

– La enseñanza que Jesús nos deja con la historia del joven rico es la importancia de poner a Dios primero y estar dispuesto a renunciar a todo lo que nos impide seguir a Cristo. La riqueza y las posesiones pueden ser un obstáculo para nuestra fe y para seguir a Jesús. En la historia del joven rico, Jesús no estaba condenando la riqueza en sí misma, sino que estaba desafiando al joven a hacer un sacrificio y a liberarse de las posesiones que habían llegado a tener un control sobre su vida. La historia también nos recuerda que la salvación y la vida eterna no se ganan por las obras o la riqueza, sino por la fe en Jesús y su gracia.

– En resumen, la enseñanza que Jesús nos deja con la historia del joven rico es la importancia de poner a Dios primero en nuestras vidas y estar dispuestos a renunciar a todo lo que nos impide seguir a Cristo. La riqueza y las posesiones pueden ser un obstáculo para nuestra fe y es importante estar dispuestos a hacer sacrificios y a liberarnos de las cosas que nos impiden seguir a Jesús.