Día 75 | Proverbios 6:24
- Categories Devocional, Proverbios
- Date 16/03/2023
- Aquí tenemos el segundo ejemplo del nuevo nivel de Jesús. La Ley establecía: «No cometerás adulterio» (Éxodo 20:14). Los maestros judíos tenían una opinión tan seria del adulterio que las partes culpables no se podían castigar nada más que con la muerte (Levítico 20:10); pero, una vez más Jesús establece que no constituye delito a los ojos de Dios solamente la acción prohibida, sino también el pensamiento prohibido.
- Es necesario que entendamos lo que Jesús está diciendo aquí. No está hablando de un deseo natural, normal, que es parte del instinto y de la naturaleza humana. Según el sentido literal del original el hombre que se condena es el que mira a una mujer con la intención deliberada de desear aprovecharse de ella. El hombre que se condena es el que usa deliberadamente sus ojos para despertar su concupiscencia, el hombre que mira de tal manera que despierta la pasión y estimula deliberadamente el deseo.
- Los rabinos judíos conocían muy bien la manera en que se pueden usar los ojos para estimular los malos deseos. Tenían sus dichos. «Los ojos y las manos son los agentes del pecado.» «El ojo y el corazón son las dos asistentas del pecado.» «Las pasiones se aposentan solamente en el que ve.» «¡Ay del que sigue a sus ojos, porque son adúlteros!» Y alguien ha dicho: «Hay un deseo interior del que el adulterio es solamente el fruto».
- En un mundo tentador hay muchas cosas diseñadas deliberadamente para excitar el deseo: libros, carteles, revistas, fotografías, películas y anuncios. El hombre que Jesús condena aquí es el que usa deliberadamente sus ojos para estimular sus deseos; el hombre que encuentra un extraño placer en cosas que despiertan su deseo de lo prohibido. Todas las cosas son limpias para los limpios. Pero el hombre cuyo corazón está contaminado encuentra algo para despertar y excitar el mal deseo en cualquier situación.
- Aquí Jesús hace una gran demanda, una demanda quirúrgica. Insiste en que todo lo que cause, o que seduzca al pecado debe eliminarse totalmente de la vida.
- La palabra que usa para hacer caer es interesante. Es la palabra skándalon. Skándalon es una forma de la palabra skandalêthron, que quiere decir el soporte del cebo de una trampa. Era el palito o el brazo en el que se fijaba el cebo y que operaba la trampa para cazar al animal seducido para su propia destrucción. En sentido figurado la palabra llegó a significar cualquier cosa que causa la destrucción de una persona.
- Detrás de esto hay dos figuras. La primera es la de una piedra escondida en un sendero en la que uno puede tropezar, o una cuerda colocada a través de un sendero deliberadamente para hacer que alguien se caiga; la segunda es la figura de un pozo excavado en el suelo y tapado engañosamente con una capa ligera de ramas y hojarasca dispuesto para que el viajero despistado lo pise y se caiga irremediablemente al pozo. El skándalon, la piedra de tropiezo, es algo que hace tropezar y caer, que le manda a uno a su propia destrucción, algo que le seduce para su propia ruina.
- Desde luego, estas palabras de Jesús no se deben tomar con un literalismo crudo. Lo que quieren decir es que hay que desarraigar de la vida sin sentimentalismos cualquier cosa que sirva para seducirnos al pecado. Si tenemos un hábito que puede ser una incitación al mal, o una relación que nos puede descarriar, o un placer que podría acabar por arruinar nuestra salud física o moral, tenemos que extirparlo quirúrgicamente de nuestra vida.
- Fe & Constancia.
- Viniendo como viene inmediatamente después del que trata de los pensamientos y deseos prohibidos, este pasaje nos impulsa a preguntar: ¿Cómo podemos vernos libres de esos deseos inmundos y pensamientos contaminantes? Es un hecho de experiencia que los pensamientos y las imágenes se introducen involuntariamente en nuestra mente, y es la cosa más difícil del mundo el cerrarles la puerta.
- Hay una manera en que no se consigue nada frente a estos pensamientos y deseos, y es sentándose y diciéndose: No voy a pensar más en estas cosas. Cuanto más nos decimos que no vamos a pensar en tal y tal cosa, tanto más se nos concentra en ella el pensamiento.
- El ejemplo sobresaliente de la manera errónea de tratar con tales pensamientos y deseos era el de los monjes y ermitaños que se iban al desierto en los primeros tiempos de la Iglesia. Eran hombres que querían liberarse de todas las cosas terrenales, y especialmente de los deseos sensuales. Para ello se retiraban al desierto de Egipto con el propósito de vivir aisladamente y no pensar nada más que en Dios.
- Los cristianos no enfrentamos la adversidad reduciendo estoicamente nuestio amor por las personas y por las cósas de este mundo, sino aumentando nuestro amor y nuestro gozo en Dios. Keller.
- La cruz nos ayuda en la tentación.
- La primera es la acción cristiana. La mejor manera de derrotar tales pensamientos es hacer algo, llenarse la vida hasta tal punto de trabajos y servicios cristianos que no nos quede tiempo para esos pensamientos; pensar tanto en los demás que acabemos por no pensar tanto en nosotros mismos; desembarazarnos de una introspección enfermiza y morbosa concentrándonos, no en nosotros mismos, sino en los demás. La cura real de los malos pensamientos no se consigue nada más que consagrándose a las buenas acciones.
- El poder y el ocio no son buen negocio. “Todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibirán la recompensa de la herencia. Es a Cristo el Señor a quien sirven.” Col 3:23-24 NBLA. El hombre cristiano muere cansado.
- La segunda es llenar la mente de buenos pensamientos. Hay una escena famosa en el Peter Pan de Barrie. Peter está en el dormitorio de los niños, que le han visto volar, y quieren volar ellos también. Han probado desde el suelo, y desde las camas, con un resultado nulo. «¿Cómo lo haces tú?», le preguntó John. Y Peter le contestó: «No tienes más que pensar cosas bonitas, pensamientos maravillosos, y ellos te levantan por los aires». La única manera de vencer los malos pensamientos es ponernos a pensar en otra cosa.
- Si uno está asediado por pensamientos de cosas sucias y prohibidas, puede estar seguro de que nunca los vencerá retirándose de la vida y diciéndose: «Ya no voy a pensar más en esas cosas». Lo conseguirá solamente sumergiéndose en la acción cristiana y en el pensamiento cristiano. Nunca lo conseguirá tratando de salvar su propia vida; solo dedicándola —dándola— por otros.
Tag:Biblia, cuidarte, Devocional, Oración, Proverbios, Sabiduría
FORMACIÓN
Licenciado en idiomas / Universidad Popular del Cesar- Egresado con tesis de grado y estudiante perteneciente a semillero de investigación Conservación por la vida.
Magíster en Educación en entornos virtuales de aprendizaje/ Universidad Cuauhtémoc, México.
Diplomado en docencia universitaria/ Politécnico de Suramérica.
EXPERIENCIA
11 AÑOS DE EXPERIENCIA DOCENTE
Docente Universidad Popular del Cesar/ 2019
Docente Universidad Udes de Santander/ 2022
Instructor SENA, Servicio Nacional de Aprendizaje/ 2019
Docente – Instructor, Uparsistem/ 2017
Docente capacitador pruebas SABER/ 2011
Docente investigador, publicación en revista académica indexada.
Director Club de Apologistas 2022/ Creador de contenido