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99 l Proverbios 7:27

  • שְׁאוֹל (sheól) Mundo de los muertos.
     
    • La resurrección de Jesús es la base de la esperanza cristiana. La resurrección demuestra que la muerte no es el final y que hay una vida después de esta vida. Esta verdad puede ser especialmente reconfortante en momentos de pérdida y dolor.
    • La resurrección de Jesús confirma la identidad y el poder de Jesús. La resurrección muestra que Jesús es quien dijo ser y que tiene poder sobre la muerte y el pecado. Esta verdad puede ser una fuente de fortaleza y confianza en la vida cristiana.
    • La resurrección de Jesús es una llamada a la acción. Los cristianos creen que Jesús ha conquistado la muerte y el pecado, y que ahora somos llamados a seguir sus pasos y a vivir una vida de amor y servicio a los demás. Esta verdad puede ser una inspiración para buscar la justicia y la paz en el mundo.
    • La resurrección de Jesús nos recuerda que Dios está presente en el mundo y en nuestras vidas. La resurrección muestra que Dios es un Dios vivo y activo que se preocupa por nosotros y que está trabajando para nuestro bien. Esta verdad puede ser una fuente de consuelo y de fe en tiempos difíciles.
     
    1 Corintios 15: 12 Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? 13 Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. 14 Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. 15 Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. 16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. 18 Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. 19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.
     
    • Es sumamente importante recordar que los corintios no negaban la Resurrección de Jesucristo, sino la resurrección del cuerpo; y que en lo que Pablo insistía era en que, si se negaba la resurrección del cuerpo, se negaba también la Resurrección de Jesucristo, y por tanto se vaciaba el Evangelio de su verdad y la vida cristiana de su realidad.
    • Cristo resucitó nosotros también fundamento de nuestra predicación descansan palabrería pensamientos humanos son filosofía la resurrección de Jesucristo entonces esta vida es nuestra salvación y la seguridad descansando en paz Cristo resucitó nosotros también
    • Hch 23:8 Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu, mas los fariseos creen todo esto.
    • «Hay pocas cosas más maravillosas que ésta en la larga historia de la religión: durante siglos, la gente vivía vidas de lo más nobles, cumpliendo con sus deberes y soportando sus pruebas sin esperar ninguna recompensa en la vida futura; y lo hacían porque en todas sus idas y venidas estaban muy seguros de Dios».
    • Eurípides escribió: «Sin embargo los mortales, aquejados de innumerables males, aún aman la vida. Anhelan cada nuevo amanecer, contentos de soportar lo que conocen, antes que la muerte desconocida» (Fragmento 813). Pero en conjunto, los griegos, y la parte del mundo que estaba bajo la influencia del pensamiento griego, creían en la inmortalidad del alma. Pero, para ellos, la inmortalidad del alma suponía la total disolución del cuerpo.
    • «El cuerpo es una tumba». «Soy una pobre alma —decía un griego— encarcelada en un cadáver.» «Me dio por inquirir en la eternidad del alma —decía Séneca—. ¡No! ¡Por creer en ella! Me rindo a esa gran esperanza.» Pero también decía: «Cuando llegue el día en que haya de deshacerse esta mezcla de divino y humano, aquí, donde lo encontré, dejaré mi cuerpo, y yo me devolveré a los dioses». Epicteto escribía en los siguientes términos: «Cuando Dios no suple lo que se necesita, es que está dando el toque de retirada: ha abierto la puerta y te dice: “¡Ven!”. Pero, ¿a dónde? A nada terrible, sino allí de donde viniste, a lo que te es querido y próximo, a los elementos. Lo que en ti era fuego, volverá al fuego; tierra, a tierra; agua, a agua». Séneca habla de las cosas en la muerte «disolviéndose en sus antiguos elementos». Para Platón «el cuerpo es la antítesis del alma, como la fuente de todas las debilidades se opone a lo que solo es capaz de independencia y bondad». Donde podemos ver esto mejor es en la fe estoica. Para los estoicos, Dios era un espíritu de fuego, más puro que nada en la Tierra. Lo que les daba la vida a los seres humanos era la chispa de fuego divino que venía a morar en el cuerpo humano. Cuando moría una persona, su cuerpo sencillamente se disolvía en los elementos de los que estaba compuesto, pero la chispa divina volvía a Dios y era reabsorbida en la divinidad de la que formaba parte.
    • La historia de Gary Habermas.
     
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    • Barclay, W. (2006). Comentario Al Nuevo Testamento (p. 644). Editorial CLIE.

FORMACIÓN
Licenciado en idiomas / Universidad Popular del Cesar- Egresado con tesis de grado y estudiante perteneciente a semillero de investigación Conservación por la vida.

Magíster en Educación en entornos virtuales de aprendizaje/ Universidad Cuauhtémoc, México.

Diplomado en docencia universitaria/ Politécnico de Suramérica.

EXPERIENCIA
11 AÑOS DE EXPERIENCIA DOCENTE

Docente Universidad Popular del Cesar/ 2019
Docente Universidad Udes de Santander/ 2022
Instructor SENA, Servicio Nacional de Aprendizaje/ 2019
Docente – Instructor, Uparsistem/ 2017
Docente capacitador pruebas SABER/ 2011
Docente investigador, publicación en revista académica indexada.
Director Club de Apologistas 2022/ Creador de contenido

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