Día 30 | Proverbios 3:29
חָרַשׁk (jarásh) Tramar, maquinar.
Primera parte:
- Lo primero que uno piensa al ver este pasaje es que uno no es malo, o su estándar de maldad es un hombre malvado, no Dios.
- Yo no supiera que es el mal si no conociera la bondad de Dios
- Pablo dice: “Hubo un tiempo en que viví sin entender la ley. Sin embargo, cuando aprendí, por ejemplo, el mandamiento de no codiciar, el poder del pecado cobró vida” —Romanos 7:9 NTV
- No podemos fiarnos del pecado que mora en nosotros. A veces acusamos a fuerzas externas, nuestro pecado, malas actitudes.
- En el final de Romanos 7 e inicio del capítulo 8, está la solución para trabajar contra mi condición caída.
- Romanos 7:14–25 (CANT): Pablo nos presenta su alma al desnudo; y nos habla de una experiencia que es de la misma esencia de la situación humana.
- Romanos 7:14–25 (CANT): Los contemporáneos de Pablo conocían muy bien este sentimiento, lo mismo que lo conocemos nosotros. lo llamaba «nuestra indefensión en las cosas necesarias», y decía que los hombres odian sus pecados y los aman al mismo tiempo. Ovidio, el gran poeta latino, había escrito la famosa sentencia: «Veo las cosas mejores y las apruebo; pero sigo las peores».
- Romanos 7:14–25 (CANT): Nadie conocía este problema mejor que los judíos. Lo planteaban diciendo que, en toda persona, hay dos naturalezas, a las que llamaban yétser hatob y yétser hará —tendencia al bien y tendencia al mal—. Los judíos estaban convencidos de que Dios había hecho al hombre con un buen impulso y con un mal impulso.
2da parte del Proverbio:
- Una vez, Pedro hizo una gran resolución: «Aunque tenga que morir contigo —le dijo a Jesús—, no te negaré» (Mateo 26:35); y sin embargo fracasó de forma lastimosa cuando se le presentó la ocasión de demostrar su lealtad. Cuando no recibe la fuerza de Cristo, la voluntad humana está abocada al fracaso
- Terminemos en Cristo
- Nos veamos este proverbios como algo externo a nosotros. Veámoslo primero en nosotros.
- Veamos la simpatía de Jesús que ante nuestra traición y deslealtad, en Mateo 26 les dice: No se preocupen por la traición que me van a hacer, me encontraré con ustedes de nuevo. Muy diferente a cómo nosotros actuaríamos.
¿Qué te ha confiando el Señor que has administrado mal?
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