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Día 155 l Proverbios 11:22

סוּר (sur) Apartada.
 
  • En este proverbio, se utiliza una metáfora para transmitir un mensaje sobre la belleza externa y la falta de discreción. La comparación entre un anillo de oro y el hocico de un cerdo es una imagen impactante y llamativa que destaca la contradicción entre algo valioso y precioso (el anillo de oro) y algo impuro y desagradable (el hocico de un cerdo).
  • El proverbio nos habla específicamente de una mujer hermosa pero indiscreta. La belleza externa es un atributo apreciado en muchas culturas, pero el proverbio advierte que la belleza no lo es todo. La indiscreción, que puede entenderse como una falta de sabiduría, prudencia o moderación en las palabras o acciones, se compara aquí con la impureza del hocico de un cerdo.
  • Esta comparación sugiere que la belleza externa sin virtudes internas es vanidad y carece de valor real. Por mucho que una mujer sea hermosa físicamente, si carece de discreción y sabiduría, su valor se desvanece, al igual que el valor de un anillo de oro en el hocico de un cerdo. La imagen de un cerdo representa aquí algo impuro o despreciado en contraste con la belleza del oro.
 
Versos Bíblicos sobre prudencia:
  • Filipenses 4:5: “Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca”. Este versículo nos insta a ser amables y considerados en nuestras interacciones con los demás, lo cual implica mostrar discreción en nuestras palabras y acciones.
  • Efesios 5:15: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios”. Aquí se nos exhorta a caminar sabiamente y con cuidado, lo cual incluye actuar con prudencia y discreción en todas nuestras decisiones y comportamiento.
  • Tito 2:6-8: “Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes, presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros”. Este pasaje se dirige a los jóvenes y les insta a ser prudentes, lo que implica actuar con discreción y sabiduría en su conducta.
  • Colosenses 4:5-6: “Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno”. Aquí se nos anima a ser prudentes en nuestra interacción con los que no creen, mostrando discreción en nuestras palabras y aprovechando cada oportunidad para actuar de manera sabia.
 
Ideas:
  • La palabra epieikês, traducida por modestia, es una de las palabras griegas más intraducibles. La dificultad se puede ver por el número de traducciones que se le dan, Se han sugerido, y usado los equivalentes en otras lenguas de: ser comprensivos, simpatía, magnanimidad, autodominio, buenos modales, buena educación, cortesía, gracia. Queda claro que no encontramos una sola palabra española que abarque todos estos sentidos y matices.
  • La palabra para diablo en griego es diábolos. Pero Diábolos es también la palabra normal para calumniador.
  • Proverbios 17:28: “Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio; cuando cierra los labios, por prudente”.
  • Todos los encantos de la belleza de una mujer se pierden en una mujer necia.
  • Ningún adorno puede dar simpatía al necio
  • Aprende a valorar, mas allá de gran estima a los ojos de Dios.
  • Incluso logros internos, como los intelectuales, por ejemplo, carecen de encanto si se tiene una boca imprudente.
 
Un autor anónimo cuenta la historia de una persona que repitió un rumor sobre un vecino. Pronto, toda la comunidad escuchó el rumor. Más tarde, la persona que difundió el rumor se enteró de que lo que había dicho era falso. Lo lamentó mucho y acudió a un anciano de la comunidad reconocido como un hombre sabio para buscar consejo. El anciano le dijo: “Ve a tu casa y saca una almohada de plumas afuera. Ábrela y esparce las plumas; luego vuelve conmigo mañana”. El hombre hizo lo que el anciano le ordenó. Al día siguiente, visitó al anciano y este le dijo: “Ve a recoger las plumas que dispersaste ayer y tráelas”. El hombre fue a su casa y buscó las plumas, pero el viento se las había llevado. Volviendo al anciano, admitió: “No pude encontrar ninguna de las plumas que esparcí ayer”. “¿Ya ves?”, dijo el anciano, “es fácil dispersar las plumas pero imposible recuperarlas”.
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Barclay, W. (2006). Comentario Al Nuevo Testamento (p. 752). Editorial CLIE.

FORMACIÓN
Licenciado en idiomas / Universidad Popular del Cesar- Egresado con tesis de grado y estudiante perteneciente a semillero de investigación Conservación por la vida.

Magíster en Educación en entornos virtuales de aprendizaje/ Universidad Cuauhtémoc, México.

Diplomado en docencia universitaria/ Politécnico de Suramérica.

EXPERIENCIA
11 AÑOS DE EXPERIENCIA DOCENTE

Docente Universidad Popular del Cesar/ 2019
Docente Universidad Udes de Santander/ 2022
Instructor SENA, Servicio Nacional de Aprendizaje/ 2019
Docente – Instructor, Uparsistem/ 2017
Docente capacitador pruebas SABER/ 2011
Docente investigador, publicación en revista académica indexada.
Director Club de Apologistas 2022/ Creador de contenido

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