Día 69 | Proverbios 6:17
נָקִי דָּם (dam naquí) Sangre inocente.
- Cuando Dios llora en el NT, lo hace cuando ve su creación destruida.
- Gn 9:5–6: Y ciertamente pediré cuenta de la sangre de vuestras vidas; de todo animal la demandaré. Y de todo hombre, del hermano de todo hombre demandaré la vida del hombre. El que derrame sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada, porque a imagen de Dios hizo Él al hombre.
- 1 Juan 3:10-16 En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquel que no ama a su hermano. 11 Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros; 12 no como Caín que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas. Amemos de hecho, no de palabra 13 Hermanos, no os maravilléis si el mundo os odia. 14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte. 15 Todo el que aborrece a su hermano es homicida, y vosotros sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él. 16 En esto conocemos el amor: en que Él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
- Mt 5:21–22 Habéis oído que se dijo a los antepasados: «NO MATARÁS» y: «Cualquiera que cometa homicidio será culpable ante la corte». 22 Pero yo os digo que todo aquel que esté enojado con su hermano será culpable ante la corte;
- Jesús dijo que la antigua ley prohibía asesinar, pero la nueva Ley declaraba que la ira y la amargura y el desprecio eran pecados igualmente serios. Siempre que haya odio en el corazón de una persona, la convierte en un asesino en potencia. El permitir que el odio se asiente en el corazón es quebrantar un mandamiento concreto de Jesús. Por tanto, el que ama es seguidor de Cristo, y el que aborrece no es de los Suyos.
- Las buenas obras siempre ponen de manifiesto las malas. Cuando las practicamos, con nuestra conducta denunciamos el mal. Esto sucede individualmente y como iglesia. Por eso el mundo nos odia (3:13). Esto ocurre cuando los cristianos viven y practican el amor y la justicia. No hay mejor manifestación de este amor y esta justicia que entregar nuestra vida (ver Jn 15:13). Así estaremos imitando a nuestro Maestro, quien dio su vida por amor a nosotros.
Cristo nos invita a morir. ¿Qué implica morir hoy día?
- «¿Cómo puedo yo seguir las pisadas de Cristo? Él dio Su vida en la Cruz. Usted dice que yo debería dar mi vida por mis hermanos; pero esas oportunidades tan dramáticas no se dan corrientemente en la vida. ¿Qué tengo que hacer entonces?». La respuesta de Juan es: «Es cierto. Pero cuando veas a tu hermano en necesidad, y tú tengas bastante, el darle de lo que tienes es seguir a Cristo. El cerrarle el corazón y las manos es demostrar que el amor de Dios que se manifestó en Jesucristo no tiene lugar para ti». Juan insiste en que podemos encontrar innumerables oportunidades para demostrar el amor de Cristo en la vida de todos los días. Barclay, W.
- La enseñanza de “morir a sí mismo” de Jesús es una parte fundamental de su mensaje y se encuentra en varios pasajes de los evangelios del Nuevo Testamento. En esencia, Jesús está llamando a sus seguidores a renunciar a sus deseos egoístas y a vivir una vida centrada en el amor y el servicio a los demás.
- Aunque esta enseñanza sigue siendo relevante hoy en día, su implicación puede variar según la interpretación y aplicación que se le dé. Para algunos cristianos, la muerte al yo implica renunciar a la vida mundana y abrazar una vida monástica o de retiro espiritual. Para otros, significa renunciar a los vicios y placeres mundanos y vivir una vida de humildad y servicio a los demás.
- En un sentido más amplio, la enseñanza de morir a sí mismo de Jesús puede ser vista como un llamado a la transformación personal y a la búsqueda de la conexión espiritual con Dios. Esto implica dejar atrás el egoísmo, el orgullo y la codicia, y en su lugar, cultivar virtudes como la compasión, la generosidad y la justicia.
- En última instancia, la implicación de la enseñanza de Jesús de morir a sí mismo es que para encontrar la verdadera felicidad y plenitud en la vida, es necesario renunciar a los deseos egoístas y buscar la voluntad de Dios en todo lo que hacemos.
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- Jaramillo Cárdenas, L. (2019). LAS CARTAS DE: JUAN. En C. R. Padilla, M. Acosta Benítez, & R. Velloso Ewell (Eds.), Comentario Bíblico Contemporáneo: Estudio de toda la Biblia desde América Latina (Primera edición, p. 1655). Certeza Unida; Andamio; Ediciones Puma; Ediciones Kairos; Certeza Argentina; Editorial Lampara.
- Barclay, W. (2006). Comentario Al Nuevo Testamento (p. 1054). Editorial CLIE.
